AGUSTÍN y FERNANDO, dos militares de alta graduación ya retirados, se sienten estafados por el sistema que los jubiló anticipadamente, por ello, han decidido que se merecen una compensación después de tanto sacrificio por su país, que es el nuestro.

Así, que ni cortos ni perezosos, deciden aprovechar las conexiones que aun les quedan y, que, como ellos, también andan algo molestos con los dirigentes que tan diligentemente decidieron apartarlos de la vida castrense, y sacarle a la milicia lo que tan merecidamente se ganaron.

Y como ya se sabe que, si crías cuervos, te sacarán los ojos. Los hijos de AGUSTÍN, pues FERNANDO no tuvo descendencia: QUIQUE y ANTONIO, no están dispuestos a quedarse sin el trozo de pastel que les corresponde, ¡desagradecidos!

Así, con todo este revuelto y alguno más que sale de rebote, se monta la de “dios”…; Y TODO, POR LA PATRIA!!!. Perdón... ¡POR LA PASTA!

Menos mal, que la policía no es tonta, y en el momento adecuado, como era de esperar, aparecen dando fin a todo este entramado de despropósitos.

En fin, en todo caso, se trata de una comedia divertida y disparatada que solo pretende entretener y divertir al espectador.

Manolo Guerrero